Las inversiones en proyectos energéticos locales, como las microrredes, pueden beneficiar enormemente a las comunidades al mejorar la confiabilidad, la resiliencia y la sostenibilidad del suministro de electricidad durante las operaciones normales e interrumpidas de la red. Este último incluye interrupciones causadas por desastres naturales, errores humanos, fallas de equipos, etc. Debido a que los proyectos de energía afectan a múltiples partes interesadas con diferentes posiciones, el éxito y la sostenibilidad de un proyecto dependen del compromiso proactivo con la comunidad.

La participación de las partes interesadas es la integración proactiva y continua de los comentarios de aquellos afectados por un proyecto propuesto. Un proyecto de microrred exitoso debe priorizar el compromiso cívico local desde el principio, ya que los miembros de la comunidad serán los usuarios finales o consumidores finales de la electricidad. La consulta inclusiva con las comunidades afectadas aumentará la visibilidad y la comprensión de los problemas y, al mismo tiempo, empoderará a las comunidades para que compartan sus opiniones sobre las decisiones que pueden afectar sus vidas, ciudades, y vecindarios. La participación de la comunidad construye relaciones más profundas, más fuertes y de mayor confianza entre las organizaciones públicas y las comunidades, lo que hace que sea más probable que la comunidad se sienta satisfecha con el proyecto de microrred y dispuesta a colaborar con los reguladores o desarrolladores en el futuro.

La integración de la participación y la colaboración de las partes interesadas en la planificación y el desarrollo de un proyecto de microrred garantiza que las inversiones sean:

-          Consistente con los objetivos estratégicos de la comunidad y los intereses de las partes interesadas; y

-          Estén respaldadas por una amplia base de miembros de la comunidad

Desde el comienzo de los proyectos de microrredes propuestos, debe haber un enfoque en identificar a las partes interesadas relevantes, facilitar la comunicación, solicitar aportes, llegar a un consenso, incorporar comentarios y abordar los problemas prioritarios junto con las partes interesadas.

El primer paso es identificar a las partes interesadas relevantes. Las partes interesadas clave en los proyectos de microrredes comunitarias pueden incluir:

-          Municipios

-          Utilidades

-          Líderes locales

-          Propietarios

-          Residentes

-          Financieros

-          Políticos

-          Organización no gubernamental (ONG)

-          Cooperativas agrarias

Luego, los reguladores deben desarrollar información sobre el proyecto de microrred propuesto que se pueda articular fácilmente. Los materiales compartidos con las partes interesadas deben ser informativos, fácilmente disponibles, y fáciles de entender. La estrategia de comunicación y divulgación variará según cada parte interesada respectiva, el acceso a Internet, las diferencias culturales, etc.

Al convocar a las partes interesadas, los reguladores y los desarrolladores deben buscar a comprender y abordar los diversos desafíos regulatorios, de políticas, y operativos asociados con las microrredes. La comunicación transparente e inclusiva fomentará la confianza entre las partes, incluso cuando los puntos de vista y las perspectivas difieran.

La participación de las partes interesadas es un principio fundamental para garantizar la sostenibilidad de un proyecto de microrred. A medida que se modernizan las redes de energía en todo el mundo, también lo hace la oportunidad de colaboración entre las partes interesadas clave, incluidos los reguladores, los servicios públicos, los desarrolladores, las comunidades locales, y los defensores.